jueves, 16 de junio de 2011

ENFOQUES DEL DESARROLLO


RESUMEN DE LOS 5 ENFOQUES DEL DESARROLLO

ENFOQUE DEL DESARROLLO PSICOANALÍTICO

Sigmund Freud, médico vienés que vivió de 1856 a 1939. Freud era un neurólogo practicante que formuló su teoría del desarrollo humano a partir de sus análisis de las historias de las vidas de sus pacientes con perturbaciones emocionales. Trataba de aliviar los síntomas nerviosos y ansiedades de los mismos basándose en métodos como la hipnosis, la asociación libre (hablar sin titubear de los pensamientos según ocurren) y el análisis de los sueños debido a que proporcionan algunos indicios sobre los motivos inconscientes que los pacientes reprimían (es decir obligaban a salir de su conocimiento consciente). Al analizar estos motivos y los acontecimientos que habían causado a su supresión, Freud concluyó que el desarrollo humano es un proceso conflictivo: como criaturas biológicas, tenemos instintos sexuales y agresivos básicos que deben satisfacerse, pero la sociedad dicta que muchos de estos impulsos son indeseables y deben ser reprimidos.
ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOLOGICO
Freud, pensaba que el sexo era el instinto más importante porque las perturbaciones mentales de sus pacientes a menudo giraban alrededor de conflictos sexuales infantiles que habían reprimido.
Freud decía que los padres deben caminar en una línea delgada con sus hijos en cada etapa psicosexual. Pensaba que permitir demasiada o muy poca satisfacción de las necesidades sexuales causaba que un niño se obsesionara con cualquier actividad que fuera aletada o desalentada en forma intensa, en cuyo caso el niño podía fijarse en esa actividad (es decir mostrar un desarrollo detenido) y conservar algún aspecto de ella a lo largo de su vida.
Freud proponía cinco etapas de desarrollo psicosexual:
  1. Oral (Nacimiento 1 año): El instinto sexual se encuentra en la boca, que los bebes obtienen placer e actividades orales como chupar, masticar y morder. Las actividades de alimentación son importantes en particular.

  1. Anal (1 - 3 años): La micción y defecación voluntarias se convierte en los métodos primordiales de satisfacer el instinto sexual. Los procedimientos de entrenamiento para el control de esfínteres producen serios conflictos entre los niños y los padres.

  1. Fálica (3 - 6 años): En esta etapa el niño, obtiene el placer de la estimulación genital. Los niños desarrollan un deseo incestuoso por el progenitor del seño opuesto (llamado complejo de Edipo en los niños y complejo Electra en las niñas).

  1. Latencia (6 - 11 años): Los traumas de la etapa fálica causan conflictos sexuales que serán reprimidos e impulsos sexuales que serán recanalizados hacia el trabajo escolar y juego vigoroso. El yo y el superyó continúan desarrollándose a medida que el niño obtiene más capacidad de solución de problemas en la escuela e internalice valores sociales.

  1. Genital (12 años a adulto): La pubertad provoca un nuevo despertar de los impulsos sexuales. En esta etapa los adolescentes deben aprender cómo expresar estos impulsos en formas socialmente aceptables.

TRES COMPONENTES DE LA PERSONALIDAD
1.      El ello: es todo lo que está presente al nacer. Su única función en satisfacer los instintos biológicos innatos y tratará de hacerlo de inmediato.
2.      El yo: es el componente racional consciente de la personalidad que refleja las capacidades para percibir, aprender, recordar y razonar que están surgiendo en el niño.
3.      El superyó: es el asiento de la conciencia. Surge entre los tres y los seis años de edad a medida que los niños internalizan (adoptan como propios) los valores y normas morales de sus padres.
ENFOQUE DEL DESARROLLO PSICOSOCIAL
Analiza y extiende la teoría de Freud al concentrarse menos en el instinto sexual y más en determinantes socioculturales importantes del desarrollo humano. La Teoría Psicosocial del Desarrollo planteada por Erik Erikson (1950). Este teórico posee orientaciones psicoanalíticas, a pesar de esto está bastante orientado hacia la sociedad y la cultura, prácticamente, desplaza en sus teorías a los instintos y al inconsciente.
ETAPA PSICOSOCIAL
  1. Confianza básica contra desconfianza (nacimiento a 1 año): Los bebés deben aprender a confiar en otros para que atiendan sus necesidades básicas. Si los cuidadores muestran rechazo o incongruencia, el bebé puede percibir el mundo como un lugar peligroso lleno de personas que no son de fiar o inseguros.

  1. Autonomía contra vergüenza y duda (1 a 3 años): Los niños deben aprender a ser “autónomos” alimentarse y vestirse solos, cuidar de su propia higiene, etc. El fracaso en el logro de esta independencia puede forzar al niño a dudar de sus propias capacidades y a sentirse avergonzado. Los padres son los agentes sociales clave.

  1. Iniciativa contra culpa (3 a 6 años): Los niños intentan actuar como adultos y tratarán de aceptar responsabilidades que están más allá de su capacidad. En ocasiones se fijan metas o emprenden actividades que entran en conflicto con las de los padres y otros miembros de la familia, lo cual puede hacerlos sentirse culpables.

  1. Laboriosidad contra inferioridad (6 a 12 años): Los niños deben dominar habilidades sociales y académicas importantes. Éste es un periodo en el que el niño se compara con sus compañeros.

  1. Identidad contra confusión de roles (12 a 20 años): Esta es la encrucijada entre la infancia y la madurez. El adolescente intenta resolver el interrogante “¿Quién soy?” Los adolescentes deben establecer identidades sociales y ocupacionales básicas o permanecerán confusos acerca de los roles que desempeñaran como adultos.

  1. Intimidad contra aislamiento (20 a 40 años adulto joven): La tarea primordial en esta etapa es formar amistades fuertes y lograr un sentido de amor y compañerismo (o una identidad compartida) con otra persona.

  1. Generatividad contra estancamiento (40 a 65 años edad adulta media): En esta etapa, los adultos enfrentan las tareas de incrementar su productividad en su trabajo y educar a sus familias y ocuparse de otro modo de las necesidades de los jóvenes.

  1. Integridad del yo contra desesperación (Vejez): El adulto mayor mira la vida retrospectiva, viéndola ya sea como una experiencia significativa, productiva y feliz o una decepción importante llena de promesas sin cumplir y metas sin realizar.

ENFOQUE DEL DESARROLLO COGNOSCITIVO
Ningún teórico ha contribuido más a nuestra compresión del pensamiento de los niños que Jean Piaget (1896-1980), un estudioso suizo que comenzó a estudiar el desarrollo intelectual durante la década de 1920. Piaget fue un individuo notable.
El interés secundario de Piaget era la epistemología (la rama de la filosofía interesada en los orígenes del conocimiento), y esperaba ser capaz de integrar sus dos intereses.
Sin embargo Piaget pronto descubrió que estaba más interesado en las respuestas incorrectas de los niños que las correctas. Notó primero que los niños más o menos de la misma edad producían las mismas clases de respuestas erróneas. Pero ¿por qué? A medida que cuestionaba a los niños sobre sus conceptos erróneos, usando el método clínico que había aprendido mientras trabajaba en una clínica psiquiátrica, comenzó a entender que los niños pequeños no sólo son menos inteligentes que los niños mayores. Sino que sus procesos de pensamiento son completamente diferentes. Piaget estableció entonces su propio laboratorio y pasó 60 años explorando el curso del crecimiento intelectual e intentando determinar cómo los niños avanzan de un modo (o etapa) de pensamiento a otro.
PERSPECTIVA DE PIAGET DE LA INTELIGENCIA Y EL CRECIMIENTO INTELECTUAL
Influido por sus antecedentes en la biología, Piaget (1950) definió la inteligencia como un proceso vital básico que ayuda a un organismo a adaptarse a su ambiente .Con adaptación, Piaget quiere decir que el organismo puede afrontar las demandas de  situación inmediata. Por ejemplo, el bebé hambriento que sujeta una botella y se la lleva a la boca se comporta en forma adaptativa, igual que el adolescente que interpreta con éxito un mapa de la carreteras mientras viaja. A medida que los niños maduran, adquieren “estructuras cognoscitivas” cada vez más complejas que les ayudan a adaptarse a sus ambientes.
Una estructura cognoscitiva, o lo que Piaget llamó un esquema, es un patrón organizado de pensamiento o acción que se usa para afrontar o explicar algún aspecto de la experiencia. Por ejemplo, muchos niños de tres años de edad insisten en que el sol está vivo porque sale en la mañana y se pone al anochecer. Según Piaget estos niños operan con base en un esquema cognoscitivo simple de que las cosas que se mueven están vivas. Los primeros esquemas, formados en la infancia, son hábitos motores como mecerse, sujetarse y levantarse que demuestran ser adaptativos.
Para ilustrar, regresemos por un momento al niño de tres años de edad que cree que el sol está vivo. De seguro esta idea no es algo que el niño aprendió de un adulto; al parecer fue construida por el niño con base en sus propias experiencias en el mundo. Después de todo muchas cosas que se mueven están vivas. En tanto el niño se aferre a esta interpretación, puede considerar vivo cualquier objeto nuevo que se mueva; es decir, las experiencias nuevas serán interpretadas en función de sus estructuras cognoscitivas actuales, un proceso que Piaget llamó asimilación. Con el tiempo, sin embargo este niño encontrará objetos móviles que casi con toda certeza no podrían estar vivos, como un avión de papel que no eran nada más que una hoja de periódico antes de que su papá lo doblara. En este caso surge una contradicción (o lo que Piaget denominó desequilibrios) entre la comprensión del niño y los hechos.
CUATRO ETAPAS DEL DESARROLLO COGNOSCITIVO
1.      Sensoriomotora (Nacimiento a 2 años): Los bebés aplican sus capacidades sensoriales y motoras para explorar y obtener una compresión básica del ambiente. Al nacer, sólo tienen reflejos innatos con los que enfrentan al mundo. Al final del periodo sensoriomotor pueden efectuar coordinaciones sensoriomotoras.
2.      Preoperacional (2 a 7 años): Según Piaget consideró esta etapa como la del pensamiento. Se desarrolla esta etapa desde los 2 años a los 7 años; así también gradualmente el lenguaje se gradúa la capacidad de pensar en forma simbólica.

Manipula los símbolos u objetos que representan el mundo; no son capaces de resolver operaciones mentales. Combinan palabras formando oraciones corta a los 3 años, manipula objetos a ciega y luego puede identificarlos. Ejemplos: peine, tijeras, etc.
3.      Operaciones Concretas (7 a 11 años): Los niños adquieren y utilizan operaciones cognoscitivas (actividades mentales componentes del pensamiento lógico).
4.      Operaciones Formales (11 años en adelante): Las operaciones cognoscitivas de los adolescentes son reorganizadas en forma que les permite operar sobre las operaciones (pensar respecto al pensamiento). En esta etapa el pensamiento es sistemático y abstracto.




ENFOQUE DEL DESARROLLO HUMANISTA
Además del psicoanálisis, otros enfoques de orientación humanista han abordado también el análisis de los procesos internos pero desde una óptica diferente y discrepante con los supuestos psicoanalíticos.
Estos enfoques humanistas tienen como características comunes:
1.      El énfasis en los aspectos subjetivos;
2.      El influjo de filosofías relacionadas con la fenomenología y el existencialismo, preocupadas por aspectos como el “yo”, el “existir” o el “ser” (hasta el punto de que estas teorías son citadas con mucha frecuencia como “fenomenológicas”);
3.      El rechazo de los conceptos motivacionales de la teoría psicoanalítica y conductista (y, así, el humanismo se ha presentado en ocasiones como la “tercera fuerza“) por el carácter determinista y mecanicista de ambas posiciones, así como de los supuestos de los modelos factoriales. Desde estas posiciones se entiende que la conducta es indeterminada, ya que, por uno de sus axiomas centrales, la persona es libre.
El concepto central de esta orientación es el del self'” o concepto de “sí mismo, las ideas y percepciones propias del individuo respecto a sus experiencias personales y aspiraciones (el autoconcepto, la autoimagen). El principal autor que representa esta postura es Carl Rogers (1902-1987), un autor eminentemente clínico que aborda en los años 60 una formulación teórica de la personalidad en consonancia con sus posiciones terapéuticas. Otros autores de esta orientación serían Maslow, Mav o Frank.
Así, Rogers distingue tres tipos de conocimiento que difieren fundamentalmente en el modo de verificar hipótesis: el conocimiento subjetivo, conocimiento objetivo y el conocimiento interpersonal o fenomenológico.
LA TENDENCIA ACTUALIZADORA
 Rogers plantea la existencia en el universo de una “propensión permanente hacia un orden creciente y una compleja capacidad de interrelación”, que recibiría el nombre de sintropía o tendencia mórfica. El enfoque personalizado está apoyado en la confianza básica en los seres humanos y en todos los organismos por la existencia en ellos de una tendencia actualizadora, - expresión de la sintropía-  por la cual el organismo avanzaría hacia “su propia realización, su autorregulación y la independencia del control externo”; esta tendencia “es selectiva y direccional, es decir, constructiva” y explicaría “toda la gama de conducta y el desarrollo humanos”. Las tendencias que parecen contravenir a la actualización serían “expresiones neuróticas o pervertidas de la tendencia realizadora, que se originan en un estado de incongruencia”.
CONCEPTO DEL YO
 El centro de la teoría de la personalidad de Rogers se basa en el desarrollo del concepto del sí mismo, definido como “las tendencias, el sentimiento emocional y las ideas que el individuo reconoce, interpreta y valora como propios”.

Cuando hay discrepancia entre el concepto del yo y las experiencia reales del yo se produce lo Rogers llama la incongruencia, que sería la “discrepancia entre el concepto del yo y las experiencias reales del yo”. Cuando se produce la incongruencia, la persona tiende a expresar sentimientos y emociones negativas; en estos casos, el concepto del yo pronto se encuentra distorsionado y alejado de las necesidades reales del yo, y esto trae como resultado la frustración ya que “en gran medida su conducta y los sentimientos que experimenta son irreales y no se originan en las verdaderas reacciones de su organismo, sino que son sólo una fachada”.
EL ENFOQUE PERSONALIZADO
Rogers habla de un tipo de relaciones interpersonales - que pueden ser tanto las  de la terapia como  otras - que sería el más adecuado para la expresión de las tendencias a la actualización y al logro de un concepto del yo integrado; este sería el llamado enfoque personalizado, también denominado terapia centrada en el cliente o terapia no directiva, en el cual los recursos personales pueden ser alcanzados, al crear un ambiente “definible de actitudes psicológicas facilitativas”. Para que una relación interpersonal sea un estímulo para el crecimiento, tienen que estar presentes tres condiciones, las que se aplican a cualquier situación en la que se fija como objetivo el desarrollo de las personas, pero en especial medida a la psicoterapia: la autenticidad del terapeuta, la aceptación de éste de la persona del paciente y la capacidad del terapeuta para entender los procesos internos del cliente.
Durante la terapia, el paciente experimenta diversas experiencias; en este proceso se pueden producir cambios de rumbo, momentos de inestabilidad, el sacrificio de ciertos logros anteriores o la confrontación con los errores cometidos.
ENFOQUE DEL DESARROLLO CONDUCTISTA
No hay unanimidad de criterios al denominar al conductismo o a la terapia conductista. En general no se la considera una escuela psicológica sino más bien como una orientación clínica, que se enriquece con otras concepciones. La historia de esta terapia a evolucionado bastante por lo que hoy sería difícil que una persona se autodefina como un conductista puro o clásico. Por esta razón otros autores no conductistas llaman a los continuadores de los lineamientos conductistas como "neo-conductistas", pero esto tampoco satisface a los protagonistas.
Cuando se habla de conductismo aparece una referencia a palabras tales como "estímulo" "respuesta" "refuerzo", "aprendizaje" lo que suele dar la idea de un esquema de razonamiento acotado y calculador. Pero ese tipo de palabras se convierten en un metalenguaje científico sumamente útil para comprender la psicología. Actualmente nadie acotaría la terapéutica solamente esos ordenadores teóricos, hasta los clínicos que se definen como conductistas usan esos elementos como punto de partida, pero nunca se pierde de vista la importancia interpersonal entre el paciente y el terapeuta, ni la vida interior de un ser humano, ni otros elementos, técnicas, teorías, inventivas que sirven para la tarea terapéutica.

INFLUENCIA DEL CONDUCTISMO

La influencia inicial del conductismo en la psicología fue minimizar el estudio introspectivo de los procesos mentales, las emociones y los sentimientos, sustituyéndolo por el estudio objetivo de los comportamientos de los individuos en relación con el medio, mediante métodos experimentales. Este nuevo enfoque sugería un modo de relacionar las investigaciones animales y humanas y de reconciliar la psicología con las demás ciencias naturales, como la física, la química o la biología.

FUNDAMENTOS DEL CONDUCTISMO

El conductismo, como teoría de aprendizaje, puede remontarse hasta la época de Aristóteles, quien realizó ensayos de "Memoria" enfocada en las asociaciones que se hacían entre los eventos como los relámpagos y los truenos. Otros filósofos que siguieron las ideas de Aristóteles fueron Hobbs (1650), Hume (1740), Brown (1820), Bain (1855) y Ebbinghause (1885) (Black, 1995). La teoría del conductismo se concentra en el estudio de conductas que se pueden observar y medir (Good y Brophy, 1990). Ve a la mente como una "caja negra" en el sentido de que la respuestas a estímulos se pueden observar cuantitativamente ignorando totalmente la posibilidad de todo proceso que pueda darse en el interior de la mente. Algunas personas claves en el desarrollo de la teoría conductista incluyen a Pavlov, Watson, Thorndike y Skinner.


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